Proceso de destilado de aceite de lavandín

​Primero hay que hacer un buen seto de lavandín para poder hacer esencias.

Dejamos a la planta que florezca y al cabo de 15 días cuando las flores empiecen a secarse, se siega y se traslada a la caldera. La siega conviene hacerla a pleno sol para que las flores estén bien abiertas y la esencia no se esconda.

Para hacer esencia lo primero que tenemos que tener es una caldera de acero inoxidable y acceso a plantas aromáticas. Esta foto es una caldera de lavandín. Se llena bien la caldera pisando la planta, debajo de la misma habremos puesto una rejilla y debajo agua. Como si hiciéramos verdura al vapor. Una vez que la hemos llenado bien, la cerramos herméticamente y la encendemos con un fuego por debajo de la caldera​.

​​Una vez que se enciende y se calienta la caldera con el fuego, el agua de debajo de la planta comienza a hervir y el vapor va subiendo por entre las flores de la lavanda, arrastrando su esencia y llevándosela. Cuando el vapor llega justo arriba de la caldera, empieza a circular por el tubo que se ve en la foto. Este tubo se introduce en una balsa de agua muy fría, nosotros le ponemos un chorro constante, y al entrar el vapor en contacto con el frío, la esencia se separa del agua y cae a un serpentín, donde se decanta.

​Como se aprecia en la foto, el tubo de la derecha es el que sale de la balsa de agua fría, cae al serpentín y empieza a decantarse. La esencia se irá derramando dentro del serpentín y cuando el moco, residuos de las flores y alcoholatos, lleguen al filo del tubo gordo que se ve dentro del serpentín, habrá dejado de salir esencia. Lo que hay debajo del moco es agua esencial muy buena para lavarse el cuerpo con ella.

Eso blanco que se ve ahí es el moco, cuando llega al filo, hay que parar para que no se salga y se mezcle con la esencia que ya se ha derramado dentro como podéis observar. Debajo de ese moco está el agua esencial que es muy buena para el cuerpo, desinfecta la piel y limpia toda la grasa. 

Cuando se enfría la caldera, se abre y se saca la planta hervida al vapor, Con ella se hace un abono verde impresionante. Se amontona en forma de triángulo y al cabo de un mes lo podéis usar de cobertera.

La esencia hecha de forma natural, no en plan industrial, es un trabajo muy bonito aunque muy laborioso: una caldera tarda más o menos 8 horas en hacerse y de 300 Kg de planta salen tres litros de esencia.

La magia de los insectos

Uno de los mejores manjares de la Pacha Mama, el bendito polen, y si no que se lo pregunten a este abejorro a ver qué os dice.

Las flores y los insectos son los que de verdad siembran y cuidan la huerta, nosotros sólo a recolectar y a enriquecer el suelo, nada más.

La Pacha Mama tampoco deja indefensos a todos los bichos, a los más desprotegidos les da estrategias de camuflaje, como a esta oruga defoliadora.

Es una larva de mariposa nocturna. La mejor estrategia para sobrevivir en el mundo de los insectos es adaptarse y integrarse en el ecosistema. La Pacha Mama te sorprende cada día, solamente hay que observarla con los ojos bien abiertos y partiendo de los microcosmos

Una Ameles hembra dándose un festín en rosa. Las flores vistosas atraen a muchos lepidópteros que atraen a su vez a depredadores. Por eso, es bueno sembrarlas revueltas por la huerta.

Los coleópteros son muy importantes en el control de plagas, sobre todo de pulgón. Son atraídos por el color amarillo y entre sus plantas preferidas se encuentra el hipérico y la angélica, mostrada en la foto

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​Cuidad de los cóccidos: se comen a todos los pulgones y arañas rojas.

Estas margaritas son de las últimas floraciones que hay por eso todas las criaturas aladas se afanan en aprovechar el alimento. Que vuestras huertas sean factorías de vida, no solamente de alimentos.

El mundo de los insectos es mágico, una vez que te atrapa, ya no te suelta.

Los tomates de montaña

Los tomates en la montaña no se podan ni entutoran: se arremangan con sus propias ramas y se les hace una cama de mulching de amaro, así se protegen de las fuertes insolaciones y de los ataques de los arrendajos que al estar tapados no los ven bien.

Tomates arremangados

Si observamos los tomates en su estado natural, al principio desarrollan muchos tallos y ramas. Todo ese follaje en la montaña les sirve de protección. Se resguardan con su follaje de los fríos nocturnos,´se camuflan para que desde el aire no los vean los pájaros y, sobre todo, previenen el asolanamiento.

Aquí en la montaña, o bien se les pone ramas de chaparro por debajo para que descansen los tomates encima de las ramas y no toquen el suelo para evitar su podredumbre, o bien se les hace una buena cama de compost vegetal que les servirá de protección del suelo y de mantenimiento de humedad por debajo.

Por eso, yo no los riego, porque las camas de mulching se las pongo a mediados de julio y ya mantengo la humedad al estar bien cubierta la tierra con el mulching de amaro.

Menta

Las mentas son muy melíferas y repelen con su fuerte olor a las hormigas pastoras de pulgón​.

​Poned la menta en los pies de los frutales propensos al pulgón, como los prunus. Además de controlar a las hormigas y ser melífera, es muy buena para atraer a la Vespa Cabro, excelente depredador. En la foto se la ve encima de la flor.

Las mentas en general son muy beneficiosas para la huerta: controlan el paso de las hormigas, tanto el poleo como la menta piperita y sus raíces horadan la tierra en busca de humedad. Bajo ellas se crían muchas lombrices igual que debajo del trébol blanco. Hay que sembrarlas en zonas húmedas y ponerlas en las madres que rodean al huerto para sujetar bien el terreno. Las mentas dónde van mejor es en los bordes de los caballones de judías, habas, guisantes y frutales tipo prunus.

Se corta la proliferacion de plantas con el legón de filo. Se las va cortando y dejando de mulching.

Aparte de su uso culinario, mejor que en esencia, porque da muy poco rendimiento (se necesita muchísima planta para sacar un litro de esencia), hacemos aceite. Se macera la planta en aceite más de un mes, luego se filtra y es muy bueno para la piel. También se hacen enjuagues con la menta y un aguardiente muy bueno para después de las comidas copiosas. 

Frambueseros

A los frambueseros, como no les gusta mucho el sol, viene bien sembrarlos debajo de los frutales.

Cuando florezcan acudirán muchas abejas y avispas y al llegar sus ápices casi a la fruta del árbol, hace que los hymenópteros se fijen también en los parásitos del frutal. Se pueden usar también de seto por delante de los avellanos.

Siempre al noroeste hay que ponerlos, no les va el sol.

Cómo conseguir nuestro propio vivero de frutales

Buscad frutales de montaña. En los viveros vienen con enfermedades criptogámicas.

Coged brindillas jóvenes de un año de los frutales y sembradlas con unos granos de trigo, para que favorezcan el enraizamiento. Regadlas abundantemente el primer año. Poned varias en cada hoyo porque son difíciles de enganchar. Pero esos esquejes, si agarran, llevarán las defensas del árbol. Esta operación se hace ahora, en inverno, antes de que se remueva la savia. Buscad árboles autóctonos y resistentes y os hacéis así un vivero. Dejadlas dos días metidas en agua templada, para estimular el enraizamiento, las trasladáis a un semillero con mucho humus de lombriz y así arraigan mejor que poniéndolas directamente. Luego en noviembre las trasplantáis. 

Si cogéis los esquejes que salen alrededor de los árboles frutales, no os saldrá fruta, porque los esquejes esos nacen del portainjertos, donde va injertado el árbol y eso no vale. Hay que coger las ramillas de un año del árbol y esas son las que dan la fruta. 

Los injertos se han usado para mejorar la calidad de la fruta y su tamaño. Normalmente de portainjertos, la base del árbol, se usan los frutales bordes, autóctonos y como injerto se usan ramas jóvenes de frutales mejorados genéticamente. Es mejor si uno tiene tiempo, coger ramas jóvenes de un año de un frutal ya maduro y enraizarlas y sembrar un pequeño vivero con ellas para luego trasplantarlas y tener unos frutales más naturalizados 

Ajenjo

Ajenjo

Sembrad buenos setos de ajenjo. 

Son plantas rústicas que sujetan muy bien los terrenos y sirven de criadero para las mariquitas. Se les llama plantas cebo, acuden a ellas innumerables pulgones, los aguanta y los sufre, pero no les pasa nada y al albergar tantos, acuden las mariquitas a cebarse y criar.

Se pueden plantar justo debajo de los frutales y en las esquinas del huerto, dejándoles espacio porque se hacen gigantes. Se siegan todos los años, cuando florecen por septiembre. 

Son de secano y muy duras con el terreno, lo prefieren suelto y arenoso.

Ajenjo bajo manzanos